Las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoidea no pueden prevenirse, pero hoy se sabe que existen algunos factores que aumentan el riesgo de desarrollarlas, entre ellos el tabaquismo, que cuadruplica las chances de sufrir artritis, una condición que afecta a cerca de 400 mil argentinos.
Éste es uno de los temas que se abordarán durante el 5º Congreso Argentino de Pacientes, organizado por la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), que reúne a más de 400 personas con alguna enfermedad reumática de todo el país y que tendrá lugar 9 y 10 de octubre en Rosario, en la previa del 50º Congreso Argentino de Reumatología, dirigido a los especialistas, que se llevará adelante allí del 11 al 14 de ese mes.
“Muchos pacientes nos preguntan en el consultorio si la artritis reumatoidea es una enfermedad hereditaria que vayan a padecer inexorablemente sus hijos. La respuesta es no, no es así como funciona el sistema inmune. Alguien puede tener un gen que lo predisponga a desarrollar artritis, pero éste nunca activarse y la enfermedad no aparecer en toda la vida. Pero hoy sabemos que hay algunos factores del ambiente que aumentan significativamente el riesgo de que la enfermedad se presente”, sostuvo la doctora María Alicia Lazaro, médica reumatóloga y miembro del Comité Organizador del Congreso para Pacientes de la SAR.
El factor del que hay más evidencia científica y consenso a nivel mundial es el tabaquismo. Un estudio que incluyó a más de 50.000 personas observó que el riesgo de desarrollar artritis reumatoidea en fumadores activos estaba incrementado 3,8 veces, en comparación con no fumadores. En el caso de ex fumadores, el aumento era de 2,6 veces. También se vio que había un efecto ‘de dosis’, es decir, a mayor número de cigarrillos por día fumados, y paquetes por año, mayor riesgo de desarrollar artritis.
“Como si esto fuera poco, otros estudios nos dieron la pauta de que el consumo de tabaco también reduciría luego la respuesta del organismo a los tratamientos para la artritis, presumiblemente por interacciones de químicos del tabaco con el accionar del medicamento una vez en el organismo”, sugirió la doctora Dora Pereira, médica reumatóloga y también miembro del Comité Organizador del Congreso para Pacientes.
“Por eso remarcamos tanto la recomendación de no fumar. Nadie debería hacerlo, porque daña todos los órganos y puede gatillar múltiples enfermedades crónicas graves. Pero les hablamos directamente a familiares de pacientes reumáticos, porque ellos particularmente deberían evitar cualquier conducta que aumente sus chances de desarrollar la enfermedad”, remarcó la doctora Lazaro, quien también es Jefa de Investigación Clínica del Instituto de Asistencia Reumatológica Integral (IARI).
Otro aspecto menos explorado, pero que guarda relación con el riesgo aumentado de la aparición de artritis es la enfermedad odontológica conocida como la gingivitis (o periodontitis. “Hace mucho sabemos que en personas con artritis es muy frecuente la aparición de infecciones y alteraciones odontológicas. Sin embargo, lo que está empezando a conocerse es el camino inverso: cómo que la presencia de determinadas bacterias en los dientes puede funcionar como disparador, porque interviene en procesos inflamatorios que activan genes que alteran el funcionamiento del sistema inmune y pueden desarrollar enfermedades como la artritis”, explicó Lazaro.
A este respecto, Pereira, quien además es Jefa de la Unidad de Reumatología del Hospital ‘Ricardo Gutierrez’ de La Plata, remarcó que al igual que con el cigarrillo, la recomendación es muy concreta: “con una adecuada higiene bucal, se puede contribuir a no incrementar el riesgo de desarrollar la enfermedad y esto es particularmente relevante en personas que presumiblemente presentarían alguna predisposición, con todo lo que la aparición de una enfermedad así puede representar para cualquier persona, su realidad y su proyecto de vida”.