Publicar datos personales y estar conectados «todo el día» son las situaciones de riesgo más frecuentes para la seguridad, la salud y el aprendizaje que enfrentan los adolescentes argentinos cuando navegan en Internet, inform el Ente Nacional de Comunicación (Enacom), al presentar el primer relevamiento nacional sobre la problemática.
«Estar conectados todo el día atenta contra el aprendizaje de los adolescentes. Para que el capital cultural de un chico sea sólido debe estar vinculado a distintas experiencias: ir al cine, al teatro, a una plaza, a un gimnasio, leer un libro; el tiempo de ocio no debería estar monopolizado por la tecnología», afirmó Roxana Murdochowics, coordinadora del estudio.
«Sabemos por investigaciones previas que siete de cada diez adolescentes están todo el día conectados a la web y que cuatro de cada diez no apagan nunca su celular, ni siquiera para dormir», agregó.
A través del programa «Chicos y pantallas», Enacom hizo el «Primer mapa nacional sobre situaciones de riesgo que viven los adolescentes cuando navegan en Internet», con el objetivo de hacer un diagnóstico «que sirva para diseñar e implementar iniciativas de concientización dirigidas a padres, escuelas y adolescentes».
Otro de los riesgos más frecuentes a los que están expuestos es el «limitado manejo de la privacidad», que, al igual que el primero, «aparece en todas las provincias».
«Los adolescentes suelen pensar que lo que publican interesa sólo a sus amigos. La recomendación en este caso es decirles que no sabemos quién está del otro lado de la pantalla ni cómo va a usar la información que subimos, y que nada es privado en la red», destacó Murdochowicz.
Entre la información personal que suelen publicar, mencionó: nombre y apellido real, domicilio, fotos que revelan dónde y cuándo realizan sus actividades cotidianas y el lugar y momento en que están de vacaciones.
Otro de los riesgos es que los chicos menores de trece años -edad legal mínima para estar en las redes- suelen tener perfiles.
«Sabemos que seis de cada diez chicos de once y doce años tienen perfiles en redes sociales. Lo que recomendamos es que los padres estén entre sus contactos», comentó Murdochowicz.
Para llegar a esas conclusiones, el estudio reunió, durante cuatro meses, información disponible en instituciones públicas de todas las provincias: universidades, ministerios de Educación y Desarrollo Social, secretarías de la Niñez y Adolescencia, servicios de pediatría de hospitales, defensorías del Pueblo y delegaciones del Inadi, entre otras.
En cuarto lugar a nivel nacional como situación de riesgo figura el uso de dispositivos electrónicos en la habitación, donde «los adolescentes argentinos tienen hasta cuatro pantallas: netbook, computadora, TV y celular».
«La consecuencia es que los chicos no comparten con ningún adulto lo que ven en la web, si algo los incomodó, molestó o generó angustia», afirmó la especialista, que recomendó en este caso «no equipar las habitaciones de los chicos con tecnología, sí no los espacios comunes».
Por último, el estudio menciona que los adolescentes «copian y pegan lo primero que encuentran», ya sea cuando hacen tareas escolares o cuando buscan información que responde a sus intereses, «poniendo en riesgo su capacidad de reflexión».
En ese sentido, advirtieron que en Argentina cinco de cada diez chicos no distinguen los contenidos publicitarios de los informativos.
Este «primer estudio exploratorio» se propuso ordenar los riesgos «según la frecuencia, no la gravedad», explicaron los investigadores, y destacaron que sólo la Ciudad y la provincia de Buenos Aires consideraron un riesgo frecuente «encontrarse con gente que conocieron en Internet», mientras que «sólo la región Buenos Aires considera al bullying un riesgo frecuente».
Los resultados completos del «mapa» pueden consultarse en ww.enacom.gob.ar/chicosypantallas.