¿Qué vacunas necesitan los adultos?

Las inmunizaciones son un requisito fundamental para cuidar la salud en todas las etapas de la vida. Se celebra la Semana Mundial de la Vacunación, una oportunidad para conocer cuáles son obligatorias, cuáles recomendadas, novedades y otras indicaciones.

Este año el lema de la Semana Mundial de la Inmunización es “¿Está usted al día?” para que la sociedad se sienta motivada a verificar su situación vacunal y la de sus familias. Al mismo tiempo, la campaña busca brindar más y mejor información, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace énfasis en un punto clave: “La falta de conocimiento acerca de la vacunación es una de las razones principales por las que los adultos eligen conscientemente no ser vacunados o no vacunar a sus hijos”.

Esta situación se ve con claridad en nuestro país, donde a pesar de tener uno de los Calendarios de Vacunación más completos, y de ofrecer una gran cantidad de vacunas tanto en el sector público como en el privado, es baja la cobertura de inmunización de los adultos, y las enfermedades inmunoprevenibles aun son frecuentes y originan consultas médicas, hospitalizaciones y muertes prematuras que podrían evitarse.

Ocurre que no alcanza con recibir las vacunas en la infancia, ya que algunas van perdiendo su efectividad y deben volver a aplicarse cada cierto tiempo, como la antigripal cada año, o la que protege contra tétanos y difteria (doble adultos) que requiere un refuerzo cada diez años durante toda la vida.

Hay otras que sólo se recomiendan en mayores de 50 años, como es el caso de la que brinda protección contra la culebrilla o herpes zoster y que próximamente estará en la Argentina. Las antineumocócicas, que previenen neumonía, meningitis, otitis y septicemia por Streptococcus pneumoniae, son muy importantes para las personas de esta edad, o para quienes tengan enfermedades crónicas respiratorias, cardíacas, hepáticas, renales, diabetes, inmunocompromiso incluyendo VIH, implante coclear, fumadores, alcohólicos, o quienes no tengan bazo.

Para las embarazadas son obligatorias la antigripal y, luego de la semana 20 de gestación, la triple bacteriana acelular que brinda protección contra tétanos, difteria y tos convulsa, esta última puede ser mortal en los niños de esa edad y la vacunación de sus madres es el único modo de protegerlos, ya que la inmunidad pasa a través de la placenta. Las que no la recibieron durante el embarazo, deben recibirla durante el puerperio. También se recomienda que estén inmunizados los cuidadores y todos los que convivan con lactantes.

Todas las personas entre los 18 y 59 años que no fueron vacunadas ni tuvieron sarampión, rubeola y paperas, deben recibir la triple viral o MMR por sus siglas en inglés. Esta vacuna es esencial para mujeres en edad fértil, ya que evita la adquisición de la rubeola durante futuros embarazos, así como su transmisión al feto y al recién nacido a quien puede ocasionar serias  consecuencias. También es importante para quienes viajen a destinos donde hay mayor riesgo de adquirir sarampión, como por ejemplo Europa, o para quienes se dirijan a Brasil por el Mundial de Fútbol.

Además, hay vacunas que previenen cáncer: una es la que protege contra la hepatitis B, que previene la cirrosis y el cáncer de hígado, esta ahora es obligatoria y gratuita para toda la población. Del mismo modo, están las inmunizaciones contra la infección de transmisión sexual más común, el virus del papiloma humano (VPH): la bivalente que protege contra los tipos 16 y 18 de VPH previene el cáncer de cuello de útero, y la cuadrivalente que incluye los tipos 6, 11, 16 y 18, previene además del cáncer de cuello de útero, el de ano, vulva y vagina, y la pueden recibir los hombres hasta los 26 años; ambas pueden aplicarse a mujeres desde los 9 hasta los 45 años.

Los viajeros siempre tienen que consultar con un especialista en Medicina del viajero o con un infectólogo con un mes de anticipación, porque según sus características personales, las de su travesía, destino y actividades, podrían necesitar distintas inmunizaciones entre las que figuran las que brindan protección contra la fiebre amarilla, las infecciones por meningococo, la rabia o la hepatitis A, entre otras.

“Aumentar la comprensión pública de las ventajas de la vacunación es uno de los objetivos principales del Plan de acción mundial sobre vacunas adoptado por la Asamblea Mundial de la salud en 2012”,  recuerdan en la OMS y, sin duda, es un desafío que nos compromete a todos por igual, al sistema sanitario, a los profesionales de la salud y a todas las personas en general. Resulta prioritario comprender y difundir que quienes están vacunados se protegen a sí mismos contra muchas patologías serias e incluso mortales, pero también actúan como una barrera que impide el contagio de la infección a los familiares, compañeros de trabajo, a los grupos de riesgo y a toda la población.

Las sociedades cuyos miembros conocen y ejercen su derecho (y su deber) a recibir las vacunas que necesitan en cada etapa de la vida, son más saludables, pueden evitar enfermedades o sus complicaciones, y contribuyen a proteger a otros miembros de la comunidad, además de mejorar su calidad de vida. Al hablar de inmunización es hora de pensar también en los adultos, entonces: ¿está usted al día?

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