El Reino Unido prohibirá fumar desde el próximo 1 de octubre a los conductores de los coches que lleven como pasajeros a niños, informó este jueves la cadena pública británica BBC.
La medida, a semejanza de la que ya se puso en marcha en Gales, tiene como objetivo proteger a los jóvenes menores de 18 años de recibir el humo del tabaco.
Cualquier persona que desobedezca esta ley deberá pagar una multa de hasta 50 libras, lo que equivale a 64 euros.
La restricción no se aplicará a las personas que conduzcan solas ni a los conductores de coches descapotables.
En total, 342 parlamentarios británicos votaron a favor de la aplicación de esta medida, mientras que solamente 74 la rechazaron.
Según la Fundación Británica del Pulmón (BLF, en sus siglas en inglés), más de 430.000 niños están expuestos cada semana de forma pasiva al humo dentro de los coches.
«Tres millones de niños están expuestos al humo de forma pasiva en los coches, poniendo en riesgo su salud», dijo Jane Ellison, viceministra de Sanidad y Asistencia Social británica.
«Sabemos que muchos de estos niños se sienten avergonzados o tienen miedo de pedir a los adultos si pueden dejar de fumar, por lo que los reglamentos son un paso importante» en su protección, subrayó.