Revelan que 4 de cada 10 argentinos duermen sólo 6 horas diarias

Según un estudio privado, se descansan dos horas menos que hace 30 años. Los hombres son más propensos a este mal hábito, pero las mujeres tienen peor calidad de sueño. 

La mayoría de los adultos argentinos sólo duermen seis horas por día y entre las principales causas de esta mala costumbre se destacan el uso excesivo de computadoras, televisores y dispositivos móviles.

Los datos se desprenden de un informe realizado por Drom-Cronobiología, una compañía que promueve hábitos de sueño saludable a nivel corporativo. Otra conclusión del texto fue que se duermen dos horas menos que hace 30 años y que los responsables de este cambio son los avances tecnológicos, que hacen que el ser humano pierda la noción del tiempo y el espacio, algo que perjudica al organismo.

En sintonía, según revela el último Barómetro de la Deuda Social, una investigación de la Universidad Católica Argentina (UCA) que incluyó un estudio de  trastornos de sueño en una muestra de 5.626 adultos mayores de 18 años, existe un mayor porcentaje de hombres (17%) que de mujeres (13%) que duermen menos de seis horas, en tanto que la mala calidad de sueño afecta en mayor proporción al sexo femenino. Además, determinó que el 22% de la población manifestó experimentar somnolencia diurna.

La mala calidad del descanso afecta a la mente y provoca falta de atención, dificultad de aprendizaje, problemas de percepción del entorno y mayor probabilidad de cometer errores. También repercute en el estado físico y emocional, genera pérdida de motivación, falta de energía, irritabilidad e  incrementa hasta cuatro veces la posibilidad de sufrir accidentes viales y laborales.

Estudios científicos de la Universidad de California demostraron que los empleados con trastornos de sueño y excesiva somnolencia diurna tienen un 70% menos de probabilidades de obtener una promoción laboral, como consecuencia del bajo rendimiento y productividad, en comparación con los individuos que logran alcanzar un sueño adecuado.

La investigación de Drom-Cronobiología arrojó que la privación del sueño está asociada a diversas alteraciones en los genes, que controlan los ritmos biológicos, y a modificaciones en la transmisión neuronal, el metabolismo y la respuesta inmunitaria. Esto se debe a que tener un buen descanso es una necesidad  tan importante como comer o respirar, un fenómeno activo en el que la actividad del cuerpo no está reducida sino que es distinta a la de la vigilia. 

Daniel Vigo, investigador del Conicet y asesor de esta empresa, explicó que “durante las etapas del sueño suceden funciones imprescindibles que tienen que ver, no sólo con el aprendizaje y la memoria, sino también con mecanismos hormonales, metabólicos e inmunes”.

“La alteración del sueño se asocia con disminuciones en el nivel de alerta que puede tener consecuencias mortales como en el caso de los accidentes de tránsito. A largo plazo, se asocia con la aparición de enfermedades como hipertensión, obesidad y diabetes”, señaló Vigo.

Para terminar con estos problemas, Daniel Leynaud, director de Drom-Cronobiología y creador del primer “Siestario” en América Latina, señaló la importancia de tomar siestas en el trabajo. “Está comprobado que descansar entre 20 y 30 minutos tiene beneficios tanto para las compañías como para los empleados. Tomarse un respiro hace que uno vuelva completamente renovado, mejorando la productividad y las relaciones humanas”, especificó.

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