El equipo médico de una institución sanitaria de la ciudad de Barcelona ha realizado con éxito el tercer trasplante de rostro llevado a cabo en España desde que tuvo lugar el primero en agosto de 2009.
En un comunicado, el Hospital Universitario de Vall d’Hebron, donde se desarrolló la operación, informó hoy de que en la intervención quirúrgica, que ha durado 24 horas, participó un equipo multidisciplinario integrado por treinta personas y culminó victoriosamente, ya que la persona trasplantada se recupera de forma satisfactoria.
Por el momento, el sanatorio no difundió información sobre el donante ni tampoco sobre la persona trasplantada, ya que esperan a la recuperación total. Para ese momento, la institución prevé convocar una rueda de prensa y ofrecer más detalles de la intervención quirúrgica.
El primer trasplante de cara en España fue realizado del 18 al 19 de agosto de 2009 por un equipo encabezado por el cirujano Pedro Cavadas en el Hospital La Fe de la ciudad de Valencia. Aquella operación fue la primera en el mundo en incluir mandíbula y lengua.
El segundo se realizó en el Hospital Virgen del Rocío, situado en la ciudad de Sevilla, del 26 al 27 de enero de 2010, intervención que duró casi 30 horas y que fue llevada a cabo por un equipo médico integrado por 23 especialistas.
El hospital Vall d’Hebron de Barcelona fue el tercer centro sanitario autorizado por la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para hacer una operación de estas características y estaba buscando un donante desde agosto del año pasado.
En aquella fecha, responsables de la institución sanitaria informaron que se buscaba un donante menor de 45 años con unas características morfológicas similares al receptor, así como otros parámetros médicos para reducir al máximo la posibilidad de un rechazo del tejido trasplantado.
La intervención quirúrgica aún se encuentra en fase experimental, mediante la cual se reemplaza parte del rostro de un individuo con parte de la cara de otro. Se trata de una cirugía compleja, ya que se trasplantan distintos tipos de tejidos que hay que conectar: músculos, piel, nervios y vasos sanguíneos.
Los receptores potenciales son personas con deformidades faciales muy marcadas y que conllevan importantes secuelas psicológicas, sociales y funcionales, como problemas para oler o masticar. A su vez, los donantes deben ser una del mismo sexo que los que recibirán el transplante y sus edades tienen que ser parecidas. También es indispensable poseer un similar tamaño de la cara, color de piel, grupo sanguíneo y tejidos compatibles.
