Solo el 3,2% de los pacientes hospitalizados graves por el SARS- CoV-2 tenían asma, una prevalencia inferior a la de la población general, que ronda el 6%. Según un estudio español, las personas con asma de tipo alérgico están sufriendo menos coronavirus.
Si al principio de la pandemia «pensábamos que los afectados por enfermedades respiratorias serían de alto riesgo» y así se asumía en las primeras recomendaciones de salud pública, «en abril empezamos a estar sorprendidos de que los asmáticos prácticamente no ingresaban en los hospitales«, explica el neumólogo Xavier Muñoz, investigador principal del grupo de Neumología del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y miembro del Ciber Enfermedades Respiratorias (CIBERES).
El trabajo español, que acaba de publicarse en la revista ERJ Open Research, no sólo confirma la idea sino que va un poco más allá, con el objetivo de determinar qué tipo de asmático pudiera estar un poco más protegido.
En qué consistió el estudio
La investigación se realizó con los 71 pacientes asmáticos que habían ingresado en el Hospital Universitario Vall d’Hebron con neumonía por SARS-CoV-2 desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio. Se recopilaron datos sobre el fenotipo, la gravedad, el tratamiento que seguían para el asma y la gravedad de la Covid-19, que valoró en función de las necesidades de oxígeno. Así, pudieron comprobar que de los cuatro fenotipos diferentes analizados, el que parece estar más protegido es el de aquellos con asma alérgico «que representa el 70%-80% de los casos en niños y alrededor del 50% entre los asmáticos adultos», expone el neumólogo. Esto significa que «es menos probable que se contagien y si se contagian, la enfermedad puede ser menos grave», concluye Muñoz, lo que no significa que «no se tengan que proteger ni bajar la guardia, porque pueden enfermar y de forma grave. Que tengan menos riesgo no quiere decir que no pueda suceder».
Por qué el asma actúa como protector
Entre las hipótesis, los investigadores se plantean que «las células de la gente con asma expresan en menor medida un receptor que mayormente se involucra en la entrada del virus en las células». Cuantos menos receptores, menos probabilidades de desarrollar la Covid. También podría suceder que «la inflamación que se produce en el asma compite de alguna manera con la inflamación generada por el virus y esta competencia hace que el efecto del SARS-CoV-2 quede muy reducido«.
Precisamente esta hipótesis se sitúa en el centro de las investigaciones del grupo de expertos de Neumología del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR). «Queremos comprobar si la competencia de inflamaciones nos permite sacar alguna conclusión que pudiera ayudar en el estudio de algún fármaco para la Covid en la población general», aclara el investigador.
También existe la teoría de que el fármaco que toman los asmáticos (cortisona inhalada) pudiera prevenir o ayudar a que la enfermedad fuera menos grave. En este sentido, argumenta Xavier Muñoz, varios hospitales españoles y de otros países se han unido para poner en marcha un ensayo clínico coordinado por el Hospital Clínic de Barcelona «para administrar este inhalador a los pacientes que ingresan con Covid y ver si los que lo reciben desarrollan una forma menos grave de la enfermedad».
Habrá que esperar los resultados de este trabajo, pero mientras tanto, y a tenor del estudio del VHIR, todo parece indicar que el asma no es un factor de riesgo para el desarrollo de Covid-19, al menos en pacientes hospitalizados con formas de infección más graves. ¿Significa esto que podría ser un factor protector? El estudio desvela que «sólo el 3,2% de los pacientes hospitalizados con enfermedad grave tenían asma, una prevalencia inferior a la de la población general de nuestro ámbito geográfico, que ronda el 6% […] Si también tenemos en cuenta que 54 (76%) de los 71 pacientes afectados presentaban comorbilidades que se ha demostrado que están directamente relacionadas con la afectación del SARS-CoV-2, la prevalencia de asmáticos sin otras alteraciones que padecen enfermedad grave se reduce al 0,8%», apunta María Jesús Cruz, jefa del grupo de Neumología del VHIR.