Un grupo de científicos desarrolló un soporte de tobillo robótico flexible y discreto que ayuda a caminar con menos dificultad y pasos más firmes a los pacientes que perdieron movilidad por ataques cerebrovasculares (ACV).
El dispositivo, creado por un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard, EEUU, encabezados por Louis Awad, fue presentado en un artículo en la revista Science Translational Medicine, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
Una gran mayoría de las personas que sufrieron ictus cerebrales nunca llega a recuperar completamente la capacidad de caminar debido a problemas con la dorsiflexión del tobillo, en la lesión comúnmente conocida como «pie caído» o «pie pendular», según los científicos.
Hasta ahora, para corregir estos problemas se emplean soportes rígidos que se atan a la pierna para permitir la sujeción del pie, pero que suelen ser voluminosos, pesados e incómodos para llevar una vida diaria normal.
Por ello, los científicos desarrollaron un sistema que consiste en un cinturón ajustado con correas en la pierna conectadas a unas medias de compresión en la pantorrilla donde los pequeños elementos robóticos ejercen fuerza sobre la plantilla del zapato.
Este nuevo sistema robótico no rígido para dar soporte al tobillo, que pesa algo menos de un kilo, tiene la función de proporcionar al pie una propulsión delantera al tiempo que corrige problemas de dorsiflexión del tobillo.
El nuevo aparato robótico fue ensayado con nueve individuos de entre 30 y 67 años que estaban en rehabilitación después de accidentes cerebrovasculares que, según los investigadores, mostraron progresos más consistentes caminando tanto sobre cintas ergométricas como sobre suelo normal.
Se calcula que aproximadamente un 20 % de los sobrevivientes de ictus cerebral sufre el llamado «pie pendular».