Dejar de fumar es una decisión que se toma minuto a minuto

Por sus graves consecuencias para la salud, es mejor dejar completamente el cigarrillo que reducir el número diario que se fuma, ya que, en este último caso, en poco tiempo se vuelve al consumo inicial. Aunque el cambio demande un gran esfuerzo, los beneficios no tardarán en llegar y la calidad de vida irá mejorando paulatinamente.

Por sus graves consecuencias para la salud, es mejor dejar completamente el cigarrillo que reducir el número diario que se fuma, ya que, en este último caso, en poco tiempo se vuelve al consumo inicial. Aunque el cambio demande un gran esfuerzo, los beneficios no tardarán en llegar y la calidad de vida irá mejorando paulatinamente.

El regreso de la salud

Apenas 20 minutos después del último cigarrillo, descienden la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca. En las siguientes ocho horas, los niveles de monóxido de carbono comienzan a normalizarse y el oxígeno en sangre aumenta lentamente. A los dos días mejora la circulación y se normalizan las terminaciones nerviosas; a partir de las dos semanas sin consumo de tabaco, mejoran la función pulmonar y la capacidad física para realizar ejercicio.

Por otra parte, una vez transcurrido el primer año, disminuye el riesgo coronario, al igual que la tos, la sinusitis y la dificultad respiratoria. En esta etapa, el organismo del ex fumador también incrementa la capacidad de combatir las infecciones respiratorias.

Al quinto año de abstinencia, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a la mitad y, cinco años más tarde, se igualará al de los no fumadores.

Estar motivado, clave para lograr el objetivo

Uno de cada dos fumadores adultos logra dejar de fumar de manera exitosa y el primer paso para alcanzar esta meta es tomar la decisión de eliminar, de una vez por todas, este hábito. Esto requerirá un pequeño trabajo introspectivo en el que, la razón surgirá de entre una serie de motivos, como el de mejorar la salud, dar el ejemplo a los hijos o proteger a la familia del humo de segunda mano.

Para quienes tomaron la decisión de dejar de fumar, resulta útil tener un plan de acción mediante el cual se establezca una fecha para terminar con este hábito y se reevalúen las estrategias utilizadas en intentos previos.  Asegurar el éxito del  proyecto requiere que la persona pueda anticipar aquellas situaciones que inducen al consumo de tabaco y que comunique su determinación de abandonar el cigarrillo a familiares y amigos en busca de apoyo.

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