El ministro de Salud de Francia pidió que se localice al fundador de la compañía francesa de implantes mamarios acusado de vender prótesis defectuosas a decenas de miles de mujeres de todo el mundo y calificó el creciente escándalo como un «negocio turbio».
Jean-Claude Mas, un ex carnicero de 72 años que fundó la ya cerrada Poly Implant Prothese (PIP) en 1991, no ha sido visto en público desde que comenzó el escándalo, que afectaría a unas 300.000 mujeres a nivel mundial.
Su compañía está acusada de usar silicona industrial de baja calidad en algunos de sus implantes, que fueron vendidos en todo el mundo antes de ser retirados del mercado en 2010.
El ministro de Salud francés, Xavier Bertrand, dijo a la radio Europe 1 que tanto Mas como los socios en la compañia «tienen que responder por sus acciones». Enfatizó en que llevaban “un negocio turbio con una gran cantidad de dinero en juego», al no usar la silicona anunciada.
“Lo peor de todo es que intentaron hacer dinero a costa de la salud de las mujeres», enfatizó el funcionario.
El abogado de PIP había dicho que Mas y el jefe financiero de la compañía estaban manteniendo el silencio «por decencia y discreción» pero que todavía estaban en el sur de Francia.
El sábado, la agencia internacional de policía Interpol confirmó que había emitido una alerta en relación a Mas, pero dijo que no estaba relacionada con sus actividades en PIP, sino con un incidente en Costa Rica en junio de 2010, donde habría sido detenido por el delito de conducir ebrio, pero huyó del país sin presentarse para una audiencia judicial.
Mas fue interrogado brevemente por la policía en noviembre de 2010 pero nunca ha sido citado por un tribunal. Sin embargo, una fuente judicial informó a una agencia de noticias que entre cuatro y seis ejecutivos podrían ser acusados por un tribunal penal de Marsella por fraude agravado.
La agencia de seguridad sanitaria de Francia dijo el sábado que planeaba presentar una demanda por los implantes de PIP, alegando prácticas deshonestas y fraude.
El ministerio de Salud de Francia instó el viernes a que se retiren los 30.000 implantes PIP que fueron adquiridos por mujeres francesas y dijo que los fondos de salud pública financiarán las extracciones.
