Las madres que toman alcohol durante el embarazo podrían afectar la fertilidad de sus futuros hijos, de acuerdo a un estudio danés. Los investigadores hallaron que si las madres habían tomado 4,5 ó más bebidas por semana durante la gestación, la concentración de esperma de sus hijos (medida 20 años después) era un tercio menor que en los hombres que no habían estado expuestos a la sustancia en el vientre.
El trabajo, realizado por científicos de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, fue presentado en la conferencia de la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología Humana, en Roma. En él, una bebida fue medida como 12 gramos de alcohol, equivalente a una lata de cerveza de 330 mililitros (ml), un pequeño vaso de vino de 120 ml o una medida de licor de 40 ml.
«Nuestro estudio muestra que hay una asociación entre beber una cantidad moderada de alcohol durante el embarazo y las bajas concentraciones de esperma en los hijos», dijo Cecilia Ramlau-Hansen, del departamento de medicina ocupacional de Aarhus, quien lideró la investigación. Pero destacó que dado que el estudio era observacional, los científicos no pueden decir con certeza si el consumo la sustancia fue la causa de los bajos niveles de esperma.
«Es posible que tomar alcohol durante el embarazo tenga un efecto nocivo en el tejido productor de esperma del feto en los testículos y, por lo tanto, en la calidad del semen en la vida adulta», dijo en un reporte. «Pero nuestro estudio es el primero de su tipo y se necesita más investigación dentro del área antes de establecer cualquier relación causal o proponer límites seguros de consumo», agregó.
Sin embargo, si los resultados son replicados en futuros trabajos, eso podría ayudar a explicar por qué la calidad del semen ha caído en las últimas décadas y por qué es mejor en algunas naciones que en otras.
El equipo danés analizó a 347 hijos de 11.980 madres que participaron en el estudio «Healthy habits for two» entre 1984 y 1987. Aproximadamente en la semana 36 del embarazo, las mujeres respondieron un cuestionario sobre su estilo de vida y salud.
Los hijos fueron seguidos hasta el 2005 y 2006, cuando tenían entre 18 y 21 años, y el equipo les extrajo muestras de sangre y semen.
Los datos mostraron que los hijos de madres que tomaron 4,5 o más bebidas alcohólicas por semana tenían concentraciones promedio de esperma de 25 millones por mililitro, mientras que los hijos menos expuestos tenían niveles de 40 millones. Luego de ajustar varios factores potencialmente desconcertantes, el equipo halló que los hijos del grupo más expuesto al alcohol tenían una concentración promedio un 32% menor que la del grupo menos expuesto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define un nivel «normal» de esperma como aproximadamente 20 millones/ml o más, pero las probabilidades de la concepción suben cuando las concentraciones aumentan a hasta 40 millones/ml.
«Si nuevos estudios muestran que el consumo de alcohol de la madre causa una reducción de la concentración del semen en sus hijos, estamos un poco más cerca de explicar por qué la calidad del semen ha caído en la última década y por qué difiere entre las poblaciones», dijo Ramlau-Hansen.