Los niños aprenden lo que viven

Uno de los ciclos que más disfruté en mi vida profesional fue el de médico pediatra. Durante esa época podía comprobar a diario con qué rapidez crecían los chicos, y qué importante era cuidar su salud física y psíquica. También corroboré  lo fundamental que resultaba la actitud de los padres y de la familia durante los primeros años de vida para definir la personalidad futura de los niños.

Un de los ciclos que más disfruté en mi vida profesional fue el de médico pediatra. Durante esa época podía comprobar a diario con qué rapidez crecían los chicos, y qué importante era cuidar su salud física y psíquica. También corroboré lo fundamental que resultaba la actitud de los padres y de la familia durante los primeros años de vida, para definir la personalidad futura de los niños.

 

En este sentido, siempre recuerdo el ejemplo de mis padres. Ellos enriquecieron mi vida, pues teniendo poco, no nos faltaba nada.

 

Mi madre me enseñó la generosidad, la alegría de disfrutar las cosas simples de la vida. Admiraba en ella su capacidad de brindarse a los demás, de saber perdonar como de pedir perdón y de no guardar rencor.

 

De mi padre aprendí la honestidad, la perseverancia, el valor del trabajo y la fe. Hoy siento como un privilegio el ejemplo que recibí de ellos.

 

Asimismo, como padre y ex pediatra, quiero compartir algunas reflexiones de Dorothy L. Nolte, a las que adhiero totalmente.

 

• Si los niños viven en un ambiente hostil, aprenderán a pelear.

 

• Si los niños viven donde predomina la envidia, aprenderán a tener celos.

 

• Si los niños son tratados con tolerancia, aprenderán a ser pacientes.

 

• Si los niños viven con aprobación, aprenderán a quererse a sí mismos.

 

• Si los niños son respetados, aprenderán a respetar.

 

• Si los niños viven donde se practica la solidaridad, aprenderán a ser generosos.

 

• Si los niños viven donde hay honestidad, aprenderán la verdad.

 

• Si los niños crecen con equidad, aprenderán la justicia.

 

• Si los niños crecen con amigos, aprenderán que el mundo es un lugar agradable para vivir.

 

• Si los niños viven en un ambiente donde hay serenidad, aprenderán a tener paz.

 

¿Cómo están viviendo sus niños?

 

Esta pregunta final es una buena propuesta para la reflexión y, por qué no, también un punto de partida para establecer el rumbo más favorable en este camino que transitamos con nuestros chicos. Albert Schweitzer, médico y premio Nobel de la paz, fue contundente cuando dijo: Los ejemplos no son lo más importante para influir en los demás, son lo único”.

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