El hombro es una articulación compleja del cuerpo humano que esta formada por tres huesos: escápula, clavícula y húmero. Debido a su estructura anatómica y a la gran cantidad de músculos que la componen, permite la mayor cantidad de movimientos en el ser humano. Sin embargo, es la que más se lesiona.
Las causas más frecuentes de luxación de hombro son los traumatismos, mientras que las laxitudes y las alteraciones ligamentarias congénitas son las menos comunes. La mayoría de los pacientes asisten a la consulta porque padecen dolor agudo, deformidad e impotencia funcional en el hombro.
La luxación del hombro es una lesión muy dolorosa que ocurre cuando el húmero proximal o “cabeza” se sale de lugar, o sea, de la glena. Esto ocurre por causa de una caída o golpe con otro objeto o persona en una posición determinada. Generalmente, la persona siente un fuerte dolor y una incapacidad para mover el brazo. En estos casos, se debe ver al médico especialista inmediatamente, para evitar que el cuadro se agrave derivando en lesiones de huesos, ligamentos, tendones, vasos y nervios.
El médico especialista es quién volverá a colocar el hombro en su lugar. Muchas veces, esto se puede realizar en una guardia. Sin embargo, existen casos en que la gravedad de la situación obliga a que esto se realice en un quirófano con anestesia general. En cualquiera de los dos casos, una vez que el hombro está inmovilizado con un cabestrillo con faja, el paciente es enviado a su casa.
Luego, en el consultorio del especialista, se realiza la evaluación de las lesiones ligamentarias sufridas. Por lo general, se realiza una resonancia magnética y de acuerdo al tipo de lesión ligamentaria, a la edad y actividad del paciente se planifica el tratamiento definitivo.
Como regla general, el tratamiento quirúrgico (reparación artroscópica de ligamentos del hombro) es la opción recomendada cuanto más joven y activo es el paciente.
La inmovilización del hombro dura alrededor de 3 semanas. Durante ese período no se puede retirar la inmovilización bajo ninguna circunstancia si se quiere tener un mayor margen de curación efectiva y disminuir el riesgo de re-luxación. Al finalizar ese período, el paciente debe hacer rehabilitación para recuperar la movilidad y luego, fortalecer el hombro. Un correcto seguimiento y una buena rehabilitación reducen el riesgo de sufrir otro caso de luxación. Sin embargo, más del 80% de los pacientes con menos de 20 años, sufren una segunda lesión. Mientras tanto, menos del 20% de los pacientes mayores de 40 podrían tener otro caso similar.
Aunque muchas veces la causa por la cual se lesiona el hombro es un traumatismo, existen ciertas recomendaciones que previenen este tipo de lesiones:
• Fortalecer la masa muscular del hombro con diez o quince minutos diarios de ejercicios. En los gimnasios realizar los fortalecimientos en forma progresiva y evitar la carga de peso en posiciones de rotación externa extrema de los hombros.
• No hacer movimientos bruscos o forzados.
• Distribuir el peso entre ambos brazos al levantar objetos y, si es necesario, usar máquinas o elementos que permitan reducir el esfuerzo.
• Realizar actividad física acorde a la edad y la fuerza muscular de cada persona.