La salud sexual y reproductiva es un derecho para todos y ejercerlo es responsabilidad de cada mujer y hombre. Por este motivo la Dra Silvia Oizerovich, presidenta del Comité Científico del área de Ginecología de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA) afirma que la importancia de conocer los métodos anticonceptivos radica en que el saber contribuye a que cada persona viva su sexualidad de manera libre pero también responsable.
Sin embargo, para la especialista vale aclarar que “no existe el método anticonceptivo ideal” por lo cual “dependerá de cada persona elegir el que mejor se adecue a sus necesidades”. Asimismo, el rol del médico ginecólogo es fundamental para informar acerca de todos los disponibles en la actualidad y asesorar en la elección.
“La consulta por anticoncepción es uno de los mayores desafíos que el profesional de la salud debe abordar, tanto por lo que significa para la paciente vivir una sexualidad plena, como para evitar situaciones de riesgo como un embarazo no planificado o infecciones de transmisión sexual”, relata Oizerovich a la par que agrega que “los especialistas reconocen que el vínculo entre el médico y paciente es un indispensable para llegar a la elección de unmétodo eficaz”.
Existen numerosos factores que influyen al momento de decidir que anticonceptivo se va a utilizar. Se relacionan con la edad de la paciente, su condición económica y vida amorosa, entre otras. Pero pesar de la información disponible en la actualidad, la médica explica que circulan algunos mitos que cumplen un rol importante en la elección. Algunos son:
• La primera relación no embaraza. Esta creencia es la culpable de muchos embarazos no buscados, sobre todo en adolescentes. Una vez que se ha producido una ovulación, una mujer puede quedar encinta; más aún, antes de la primera menstruación también existe esta posibilidad ya que la ovulación ocurre antes del sangrado.
• No tiene sentido utilizar anticoncepción si no se tiene pareja estable. Es indispensable que tanto el hombre como la mujer, independientemente de tener o no una relación consolidada, recurran a algún método anticonceptivo. Todo acto sexual puede provocar un embarazo o una Infección si no se toman los recaudos para evitarlo.
• Por una vez no pasa nada. Siempre deben tomarse precauciones frente a una relación sexual, no importa si se trata de la primera vez. Los riesgos de contraer alguna infección o quedar embarazada, entre otros, están presentes sin excepción.
• Existen días seguros para que una mujer no quede embarazada. No se puede asegurar que existen días seguros en los que la concepción no sea posible. Se puede hablar de mayor o menor probabilidad; mayor en los días previos y posteriores a la ovulación. Pero la mujer no es una máquina exacta: los ciclos son irregulares por definición o son susceptibles de ser modificados entre muchas otras cosas que pueden alterar los tiempos biológicos. De modo que la ovulación no es completamente predecible, ni menos exacta.
• Durante la menstruación la mujer no puede quedar embarazada. Es poco probable, porque la ovulación suele ocurrir 14 días después, pero se han detectado casos en que se ha ovulado durante la menstruación.
Anticonceptivos hormonales y píldoras
Una mención aparte merecen los anticonceptivos hormonales y las píldoras ya que en este caso, además de los mitos más recurrentes, se suman algunos relacionados con la naturaleza del método. En este sentido, existen creencias populares como:
• Los métodos hormonales engordan. Los compuestos más modernos tienen dosis de hormonas muy bajas de forma que esto no ocurre. Lo que sí se puede producir es una ligera retención de líquidos. Los estudios científicos demuestran que el 80% de las mujeres no modifica su peso corporal; el 20% restante sube o baja hasta dos kilos en un año.
• Los métodos hormonales pueden producir cáncer. A pesar de numerosas investigaciones, no se ha podido comprobar que la píldora anticonceptiva provocara cáncer. La realidad es que, incluso, protege frente a ciertas variedades como el de ovario y el de colon.
• Los métodos hormonales provocan infertilidad. Una vez que deja de tomarse la píldora se recupera la posibilidad de quedar embarazada. Evidentemente, si había algún trastorno previo es posible que siga estando ahí, pero la píldora es un método anticonceptivo totalmente reversible.
• El consumo de la píldora puede producir várices. La causa número uno de las várices es la genética. Lo que las pastillas producen es la relajación de la venas, pero no producen alteraciones si no existe una predisposición genética.