Publican nueva Guía para la Prevención Primaria del ACV

Las nuevas pautas emitidas en EEUU recomiendan el diagnóstico por imágenes con técnicas no invasivas para prevenir el primer stroke en pacientes con antecedentes familiares. También desglosaron los factores de riesgo en modificables y no modificables.

La nueva guía se centra en la prevención del primer ACV

Una nueva Guía para la Prevención Primaria del accidente cerebrovascular (ACV) fue publicada por la American Heart Association y la American Stroke Association y es considerada por la Academia Americana de Neurología de valor como herramienta educacional para neurólogos.

La nuevas pautas ahondan sobre cuáles son los factores que aumentan el riesgo de un primer ACV y las estrategias para reducirlo. De acuerdo con algunas de sus conclusiones, en los pacientes con dos o más familiares de primer grado con antecedentes de aneurismas, es razonable el estudio con tecnologías no invasivas (diagnóstico por imágenes). Por otra parte, se encuentra en revisión si la toma de aspirina puede ser preventivo.

La historia familiar puede ser útil para identificar a personas con mayor posibilidad de sufrir un stroke. En hipertensos, se recomienda el control de presión de sangre periódico y tratamiento apropiado, incluyendo modificación en estilo de vida y terapia farmacológica.

Los miembros del equipo profesional que realizaron la revisión fueron elegidos en base a sus antecedentes por los Comités conformados por las organizaciones participantes. Se estudiaron trabajos publicados entre 2006 y 2009, y otras fuentes de evidencia o revisiones que resumían otras investigaciones para redactar la Guía.

En calidad de especialista en ACV, el Dr. Pedro Lylyk, director Médico de ENERI y Clínica La Sagrada Familia explicó que «se evaluaron pautas para calcular el riesgo de una persona de sufrir un primer ACV; los factores de riesgo fueron clasificados de acuerdo a su potencial de modificación -no modificable, modificable o potencialmente modificable- y la fortaleza de la evidencia -bien documentada o menos bien documentada».

Los llamados no modificables incluyen edad, sexo, bajo peso al nacer, raza/etnia, y predisposiciones genéticas. Respecto a estas últimas, la neurorradióloga Rosana Cerrato expuso que  «se considera que puede ser útil obtener la historia familiar para identificar a personas que pueden tener mayor riesgo de ACV , y es razonable el estudio no invasivo de aneurismas intracraneales en pacientes con dos o más familiares de primer grado con aneurismas».

 

Los factores de riesgo modificables bien documentados incluyen hipertensión, exposición al humo del cigarrillo, diabetes, fibrilación auricular y cierto tipo de condiciones cardíacas, dislipidemia, estenosis en la arteria carótida, terapia hormonal postmenopáusica, dieta pobre, sedentarismo, y obesidad y distribución de la grasa corporal.

Los menos documentados incluyen síndrome metabólico, exceso de consumo de alcohol, abuso de drogas, uso de anticonceptivos orales, desorden de respiración durante el sueño, y migraña, entre otros.

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