Para la mayoría de las mujeres, el ginecólogo, es el “médico de cabecera”. Este especialista tiene un rol protagónico en la detección y manejo de afecciones dolorosas. Por tal motivo, es fundamental abogar por una mayor capacitación en esta materia, según afirmaron especialistas durante las últimas Jornadas Dolor y Mujer, organizadas por la Unidad de Ginecología del Hospital Rivadavia y el Instituto Ginecológico Buenos Aires (IGBA) .
El encuentro, se efectuó el mes pasado y contó con la presencia de más de 120 médicos ginecólogos, clínicos, traumatólogos, reumatólogos, expertos en dolor y gastroenterólogos, entre otros especialistas.
Bajo la consigna “Dolor es todo lo que la mujer dice que es dolor”, los asistentes recibieron información actualizada sobre detección, diagnóstico, tratamiento y derivación efectiva (cuando corresponde) al profesional adecuado a fin de resolver la causa del padecimiento.
En las últimas décadas, el ginecólogo se ha convertido en “el primer eslabón de las consultas de las mujeres, no solo vinculadas con la patología genito-mamaria, sino sobre aspectos relevantes de su salud y calidad de vida”, afirmó el doctor Felipe Alejandro Jofré, Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Rivadavia y Director del Departamento de Medicina Reproductiva del IGBA.
“A lo largo de nuestra tarea asistencial hemos aprendido de quienes nos precedieron que el médico no siempre cura, pero siempre debe acompañar. El profesional tiene que estar preparado para escuchar a las pacientes en esta circunstancia especial de dolor, y no debe interpretar o subestimar este síntoma capital”, agregó
Por su parte, el doctor David Jorge Fusaro, médico ginecólogo y Director Médico del IGBA, declaró que “hay patologías vinculadas al dolor que el médico ginecólogo tiene que resolver, tales como la dismenorrea (dolor menstrual), el síndrome de disforia premenstrual, la endometriosis, el dolor oncológico, el dolor quirúrgico y otras. Y, en patologías dolorosas crónicas como la fibromialgia, por ejemplo, es el que recibe muchas veces la primera consulta.”
“Por eso creemos que necesitamos prestar muchísima atención al tema del dolor en la mujer, algo que es relativamente novedoso para nosotros: muchísimas generaciones de médicos ni siquiera tuvimos una materia específica sobre Dolor en la carrera”, agregó.
En tal sentido, es útil “confeccionar una historia clínica bien desarrollada, incluyendo en la entrevista preguntas específicas que permitan buscar síntomas de dolor, ya que muchas veces la paciente no lo menciona, y la indagación tiene que partir del médico”, concluyó el experto.