Especialistas reunidos en el 58° Congreso Argentino de Radiología que realiza en la Ciudad de Buenos Aires, aconsejaron el uso de las ecografías para poder seguir el estado de los embarazos y detectar la posibilidad de partos prematuros, con el fin de aplicar distintos tratamientos que puedan prevenirlos.
La reunión científica de la jornada sostuvo que la implementación de un seguimiento del embarazo a las 20 y 24 semanas de gestación con la cervicometría, tal como se conoce a la evaluación ecografía transvaginal, identificará a más del 50% de las mujeres destinadas a tener un alumbramiento antes de término.
En ese sentido, destacó que el contar a tiempo con un diagnóstico por imágenes que alerta sobre un parto que puede ocurrir antes de la 34 semanas, permitirá realizar distintos tratamientos que bajan a casi la mitad el riesgo de que se anticipe un parto.
Adolfo Etchegaray, director de Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Austral, indicó que «el parto prematuro es la primera causa de muerte en niños menores de 5 años».
Etchegaray precisó que «siete de cada 10 muertes infantiles ocurren durante del primer mes de vida y de ellas, cinco son consecuencia del nacimiento prematuro».
Reconoció que «una gran proporción de los niños que sobreviven a un parto antes de las 34 semanas lo hace lamentablemente con secuelas neurológicas y discapacitantes».
A pesar de los importantes avances en obstetricia y neonatología, la tasa de parto prematuro no disminuyó en el mundo en las últimas décadas, manteniéndose globalmente en un 9% de los nacimientos.
Las mejoras en la sobrevida obtenidas fundamentalmente mediante nuevas terapéuticas neonatales beneficiaron en especial a los prematuros que nacen por encima de las 28 semanas.
Hasta hace unos pocos años no existía una metodología efectiva que permitiera identificar precozmente a las embarazadas en mayor riesgo.
Un informe avalado por el congreso médico definió como una de las estrategias más eficaces para predecir y prevenir el parto prematuro, la implementación de una medición universal entre las 20 y 24 semanas de gestación con la cervicometría transvaginal.
De esa manera, podrá aplicarse en las embarazadas que sea necesario, tratamientos profilácticos como la progesterona vaginal, que reduce el riesgo un 45% de parto prematuro.
Alfredo Buzzi, presidente de la Sociedad Argentina de Radiología, indicó que «la realización de una evaluación de parto prematuro a las pacientes que consultan a las 22 semanas requiere sólo de entrenamiento especializado al personal de salud y un equipo de ecografía convencional con transductor transvaginal, que es un instrumental disponible en la mayoría de los centros de salud».
La Unidad de Medicina Fetal de Hospital Universitario Austral presentó un informe, en el que precisó que se han realizado a la fecha más de 1600 cervicometrías para detectar posibles partos prematuros.
Señaló que en los grupos de riesgo detectados, se realizaron distintos tratamientos para reducir la posibilidad de partos prematuros, lo cual logró descender la tasa de alumbramientos antes de las 34 semanas de un 52 a un 31%.
