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Test que predice la recurrencia de tumores en pacientes con cáncer de mama ya está disponible en el país

Por Francesco Garabello.-  Tras la extracción de la neoplasia, los pasos a seguir en el tratamiento suelen incluir la indicación de quimioterapia. Gracias a esta nueva herramienta de diagnóstico más precisa, el médico puede descartar o no este abordaje terapéutico y evitar “sobretratar” a estas mujeres.

Oncólogos argentinos presentaron el novedoso test, disponible en el país.

Una prueba diagnóstica que permite determinar el riesgo de recurrencia en ciertos tipos de cáncer de mama y el grado de efectividad que tendría la quimioterapia (QT) y/o hormonoterapia para tratar la enfermedad ya está disponible en la Argentina. De nombre Oncotype DX, este test promete evitar que se realicen tratamientos innecesarios, lo que implica una mejor calidad de vida de la afectada  y menos costos para el sistema sanitario.

“Una de cada de cada ocho mujeres va a desarrollar un cáncer de mama y por eso genera tanta expectativa mejorar el arsenal de herramientas de diagnóstico y tratamiento que tenemos para estas pacientes” indicó la Dra. Clelia Vico, médica especialista en ginecología, mastología y oncología clínica y Jefa de Oncología del Hospital José María Penna.

Por su parte, el Dr. Daniel Allemand, Jefe de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital Juan A. Fernández de Buenos Aires y Presidente de la Sociedad Argentina de Mastología, dijo que este test es un recurso para evaluar el comportamiento de la enfermedad en pacientes que la sufren, pero que “no puede utilizarse para prevención o investigación”.

El cáncer de mama es un padecimiento de altísima incidencia, que encabeza la lista de enfermedades oncológicas en mujeres del país y el mundo. Según la Sociedad Argentina de Mastología, es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres de 35 a 70 años. Se estima que cada año se diagnostican cerca de 19.000 nuevos casos y que más de 5.000 mujeres fallecen a causa de esta patología, según cifras publicadas por el Instituto Nacional del Cáncer. No obstante, la cifra de mortalidad podría reducirse a través de la detección temprana, mediante controles periódicos.

Una prueba novedosa

“Este test se ha desarrollado sobre la base de dos estudios randomizados que se hicieron en la década de 1980”, indicó el Dr. Allemand, en referencia a dos ensayos que compararon el uso de hormonoterapia con quimioterapia versus pacientes que solo recibieron hormonoterapia. De aquellas voluntarias estudiadas se conservaron los tacos (muestras de biopsias) y, a través del estudio de los mismos, se investigó una serie de genes que permitieron determinar que era posible “dividir a las pacientes en 3 perfiles de riesgo diferente dentro de la población que padece la enfermedad con buen pronóstico, con tumores chicos y sin compromiso de la enfermedad en la axila”, indicó el especialista. 

Con la incorporación de un test predictivo genómico como este, es posible establecer un score y, de acuerdo a este puntaje, mejorar la propuesta de tratamiento” informó a Docsalud.com la Dra. Vico. La novedosa prueba establece una escala entre 0 y 30, que se valida a través del análisis de la actividad de 21 genes que permiten categorizar el riesgo de recaída en bajo, intermedio o alto, permitiendo al médico definir el tipo de tratamiento que indicaría a la paciente.

“Si el score es bajo, menor a 18, la implementación es únicamente hormonoterapia y, si es alto, mayor a 31, se le indicará el tratamiento de hormonas junto a la quimioterapia”, repuso Vico. En el caso de aquellas mujeres que presentaran un riesgo intermedio de recaída, la incorporación de la QT al tratamiento se evaluaría como una opción. Ocurre que en este tipo de cáncer, apenas 4% de las pacientes que reciben quimioterapia más tratamiento hormonal se benefician con esta estrategia, mientras que el resto no habría necesitado la QT.

Gracias al Oncotype DX, los médicos cuentan con información confiable que  “ayuda a mejorar lo que llamamos un tratamiento a medida del paciente”, indicó la Dra. Vico. Su validez fue demostrada en ensayos clínicos con participación de más de 4.000 voluntarias. En varios estudios adicionales, donde se midió el efecto que tiene el producto en la toma de la decisión y recomendación del médico con respecto al tratamiento, se ha visto hasta un 37% de casos en los que los médicos cambiaron su decisión luego de conocer los resultados.

Saber si el cáncer regresará es una de las mayores preocupaciones en las pacientes, y el tratamiento posterior a la extirpación del tumor apunta a prevenir esta recurrencia, cuyo riesgo es variable.

Habitualmente, la decisión de indicar o no quimioterapia “se toma en base a lo que se denominan factores de pronóstico: la edad, el tamaño del tumor, el número de ganglios comprometidos o no, el tipo histológico, los receptores hormonales para estrógenos y progesterona así como, incorporadas en los últimos años, las plataformas génicas”, informó el Dr. Allemand.

La Dra. Vico, explicó que como todos los especialistas en esta materia, ha utilizado mucho la quimioterapia. No obstante, el panorama comenzó a cambiar hace unos años cuando se empezó a conocer sobre el genoma humano y se pudieron aplicar técnicas de microarrays en laboratorio, lo que permitió realizar una clasificación molecular del cáncer de mama. “Finalmente, aparecieron varios tests genéticos y genómicos, y en el último consenso de expertos en Saint Gallen 2011, se aconsejó utilizar el Oncotype DX para predecir la respuesta a quimioterapia en pacientes endocrinorespondedoras”, indicó la experta.

“Este test evita que sobretratemos a la paciente con una quimioterapia innecesaria, que tiene entre otras cosas, efectos adversos y un aumento en los gastos de tratamiento”, expresó la Dra. Vico. Por lo general, la QT es una situación que traumatiza a la paciente, porque a la mayoría le altera el aspecto físico. Hay caída de cabello (alopecía) que a veces resulta más angustiante para la paciente que la cicatriz que queda en la mama tras la cirugía. Otros efectos son anemia (bajan los glóbulos rojos), neutropenia (bajan los glóbulos blancos), llagas en la boca (mucositis), cansancio y decaimiento en los primeros días, reseñó la oncóloga.

La prueba Oncotype DX, desarrollada por Genomic Health (California, EE.UU.), consiste en analizar parte del tejido que se extrae al extirpar el tumor primario. Los resultados se comunican según un score que mide la posibilidad de que el cáncer vuelva y de que sumando quimioterapia al tratamiento hormonal haya o no un beneficio terapéutico. Este test es el único de su tipo que se ha incorporado, en determinadas circunstancias, en las guías de tratamiento de la American Society of Clinical Oncology (ASCO), de la National Comprehensive Cancer Network (NCCN) de EEUu, y de Saint Gallen en Europa. Hasta el momento, ha sido empleada por más de 10 mil médicos en unos 65 países, aplicando sus resultados en aproximadamente 225 mil pacientes.

En Argentina, desde el pasado mes de agosto, GP Pharm representa a la firma estadounidense y se encarga de recolectar y remitir las muestras para su estudio en las instalaciones de Genomic Health. »Nosotros recibimos el kit donde se ubican los tacos que contienen los slides con cada muestra. A partir de allí, nos encargamos de enviar la unidad asegurándonos de que llegue a California en las condiciones adecuadas y, por tratarse de material biológico, de que cumpla con las normas de regulación de la ANMAT para que pueda salir del país» informo Docsalud.com el Dr. Jorge Candal, director médico de GP Pharm. Según explicó el especialista, los resultados del test, con todo este proceso involucrado, se comunican al médico y su paciente en un lapso no mayor de 15 días.

La clasificación molecular del cáncer de mama ha caracterizado determinados “perfiles de expresión” o inmuno-fenotipos que permiten entender a nivel genómico por qué tumores semejantes se comportan de forma distinta. La diferencia se encuentra en ciertos genes con diferente comportamiento biológico y sensibilidad a los tratamientos.

“El grupo que más se beneficia con el empleo de la quimioterapia es, fundamentalmente, el de las pacientes con compromiso axilar y determinados inmuno-fenotipos, mientras que los que menos se benefician con la quimioterapia son los carcinomas luminales con axila negativa. A este grupo beneficia el empleo de los perfiles genómicos”, explicó el Dr. Allemand. El test Oncotype DX “podría permitir caracterizar a estas pacientes, de buen pronóstico de acuerdo con estos factores, entre las cuales la información del test podría contribuir a excluirlas de tratamiento quimioterápico recibiendo sólo terapia hormonal”.

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