El 70% de las consultas por VIH en hospitales de la provincia de Buenos Aires las realizan mujeres. Por lo tanto, son ellas quienes llegan más temprano al diagnóstico y logran controlar mejor la enfermedad. Desde el ministerio de Salud de la Provincia atribuyen esta tendencia a que ellas se informan e interesan más y al incremento de controles y testeos a causa del embarazo.
De acuerdo con los últimos datos epidemiológicos del Programa provincial de VIH, el 30,7% de los diagnósticos tardíos corresponde a los hombres, mientras que ese porcentaje se reduce a 23,2% cuando se trata de mujeres.
La tendencia coincide con los resultados obtenidos en los relevamientos a cargo del ministerio de Salud provincial en la costa atlántica durante el verano, cuando se observó menos hipertensión y sobrepeso entre las mujeres que se acercaron a los puestos sanitarios de la Provincia.
El ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia explicó que si bien las mujeres suelen preocuparse más por su salud, “el acceso al sistema sanitario a través de los controles ginecológicos antes y durante el embarazo deriva en la realización de varios chequeos, entre los que se encuentran los testeos de VIH”. Y explicó que “aunque no es obligatorio para el paciente, los médicos estamos obligados a informar y ofrecer el test”.
De acuerdo con las cifras de la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) del Ministerio de Salud de la Nación, a partir de 2001 rige la obligatoriedad del ofrecimiento del test de VIH a toda mujer embarazada, lo cual permite aumentar la cantidad de testeos y, a su vez, disminuir notablemente la transmisión madre-hijo. Cabe destacar que el 50% ciento de las mujeres con VIH son diagnosticadas durante el embarazo.
De acuerdo con los últimos datos epidemiológicos del Programa provincial de VIH, la cobertura de testeo entre las embarazadas supera el 85%. “Esto es, en buena medida, producto de los casi 2 mil operativos hechos en los últimos 5 años, en los que llevamos equipos de salud a los barrios para asesorar y realizar testeos gratuitos y a la apertura en la provincia de más de 300 centros de diagnóstico para esta enfermedad y para las hepatitis virales”, explicó Collia.
En territorio bonaerense existen unas 28.300 personas que viven con VIH. Y, de ese total, un 40% corresponde a mujeres y el 60% restante a los varones. En cuanto a las vías de transmisión, el 90%, ocurre por vía sexual; el 7%, por causas que las personas no pueden establecer, y el 3% se da por transmisión vertical, es decir de la mamá al bebé en el embarazo, parto o través del amamantamiento.
“Ante cada caso de VIH detectado a una mujer embarazada, el médico se verá obligado a elevar la información a los programas de detección temprana para que se pueda realizar un seguimiento de la mamá y del bebé por nacer”, explicó Sonia Quiruelas, coordinadora del programa provincial de VIH/Sida, dependiente de la dirección provincial de Atención Primaria.
El diagnóstico a tiempo permite que las embarazadas inicien un tratamiento antirretroviral para evitar que el bebé contraiga el virus y programar una cesárea sin riesgos. “Que la mamá esté debidamente informada es muy importante, ya que si bien la transmisión puede evitarse durante el embarazo, en algunos casos se produce en el periodo de lactancia”, indicó Quiruelas. Y agregó: “Una mujer con VIH no debe amantar a su bebé, ya que la leche materna contiene el virus en alta concentración”.
En rigor, una mujer con VIH que no realiza el tratamiento antirretroviral incrementa hasta un 25% las posibilidades de transmitir el virus a su bebé en el embarazo, el parto o mediante la lactancia. En cambio, si toma la medicación a diario y sigue las pautas del médico ese riesgo se reduce notablemente.